La abrasión dental es el desgaste del diente causado por factores externos, siendo el cepillado incorrecto uno de los más comunes. Usar un cepillo de cerdas duras y aplicar demasiada presión puede hacer que las encías se retraigan, dejando expuesta la base del diente y formando una pequeña muesca (hendidura) característica de este problema.
Este desgaste puede traer varias consecuencias, como:
Daño en la pulpa dental: La fricción constante puede inflamar la parte interna del diente e incluso exponerla.
Mayor acumulación de placa bacteriana: Al formarse una cavidad en la base del diente, es más fácil que se acumulen bacterias, aumentando el riesgo de caries y sarro.
Mayor sensibilidad: La exposición de las capas internas del diente hace que los cambios de temperatura o ciertos alimentos generen dolor o molestias.
¿Cómo prevenir y tratar la abrasión dental?
Previa evaluación clínica, la prevención y tratamiento podría incluir lo siguiente:
Usar un cepillo de cerdas suaves o medio (indicado por el profesional)
Realizar una buena técnica de cepillado, sin aplicar mucha presión.
En algunos casos, se puede aplicar ionómero o resinas adecuadas en las zonas desgastadas.
Usar pastas dentales específicos para la sensibilidad. Evitando pastas o geles dentales convencionales.
Aplicar flúor adecuado antisensibilidad para reducir y/o eliminar la sensibilidad.
Si notas signos de abrasión dental, consulta con tu odontólogo para recibir el tratamiento adecuado y evitar mayores complicaciones.
Comments